“A mar revuelto ganancia de pescadores”
La guerra comercial entre los USA y China ha creado nuevas oportunidades para países en desarrollo ya que por ejemplo, una parte del ensamblaje final de prendas de vestir, calzado y productos electrónicos está siendo trasladado a Vietnam, Indonesia y México. Pero el peligro ahora es que nuestros vecinos del norte exacerben su proteccionismo y su déficit comercial aumente por la diferencia entre inversión y ahorro. En general, el ahorro estadounidense ha disminuido debido al enorme déficit fiscal, una política correcta en esta economía en crisis pero que aumenta el déficit comercial. En Estados Unidos, demócratas y republicanos se encuentran profundamente divididos rumbo a las elecciones intermedias, pero ambas partes parecen concordar en un aspecto: no hay margen para la suavidad respecto a China.
Añadamos a esto, otras consideraciones planteadas por la pandemia: como que gran parte de los equipos de protección y los productos farmacéuticos provienen de China -y de la India en menor medida-, los USA pretenden ahora trasladar esa producción a su país, lo cual es más un sueño guajiro que una opción real. Una encuesta reciente de fabricantes estadounidenses en China encontró que prácticamente ninguno está considerando reubicarse nuevamente en los USA, mientras que alrededor de una séptima parte está considerando trasladar parte de su producción a países de bajos salarios como el nuestro.
Proteccionismo en China
Obviamente también existe el riesgo de que aumente el proteccionismo en China. En Pekín, el presidente Xi Jinping se prepara para consolidar aún más su poder durante el congreso del Partido Comunista Chino, a realizarse en octubre. El partido dice apoyar totalmente la dura línea política de Xi. Ante el riesgo de un sistema de comercio global cada vez más cerrado, China ha anunciado una política de “circulación dual”. No está claro qué implica exactamente esto; simplemente puede reflejar el reconocimiento de que las exportaciones no pueden desempeñar el mismo papel que en el pasado y que China necesita impulsar el ingreso y el consumo, lo cual crearía nuevas oportunidades comerciales para los socios de China. Pero también puede presagiar una política asfixiante en la que China intentaría eliminar los insumos importados en sus cadenas de valor.
Si tanto Estados Unidos como China se vuelven hacia adentro, las cosas no irán bien; eso dejará un entorno muy pobre para el desarrollo. El peor de los casos sería una división del mundo en una esfera estadounidense y una esfera china con los países en desarrollo obligados a elegir.
¿Qué hacer? ¿Hacia dónde ir?
La mayor esperanza para esta situación son los nuevos acuerdos comerciales que aseguren sistemas comerciales abiertos. Aquí sí podemos reportar algunos desarrollos positivos. China ha llegado a un acuerdo con la ASEAN más Australia, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur sobre un Programa Económico Regional Integral. Este no es un acuerdo particularmente profundo, pero debería permitir el movimiento libre de impuestos de piezas y componentes, haciendo que las cadenas de suministro de Asia y el Pacífico sean más predecibles y resistentes. La Asociación Transpacífico (TPP) también ha avanzado y está estableciendo nuevos estándares para los flujos de datos transfronterizos, la inversión, la protección de los derechos de propiedad intelectual (DPI) y los subsidios. La Zona de Libre Comercio Continental Africana vinculará a 1.300 millones de personas en 55 países.