A principios de 2020 empezamos a vislumbrar las primeras señales de los retos a los que nos enfrentaríamos si se declaraba una pandemia. Previmos entonces que el mercado de transporte de mercancías estaba a punto de sufrir una interrupción masiva debido a las restricciones que tendrían que implementarse por ese motivo. Eso que entonces parecía una dramática exageración, lamentablemente resultó no sólo ser cierto sino que se quedó corto, la realidad superó los más tristes pronósticos.
En lo que respecta al sector marítimo, según Jan Hoffmann, jefe de la División de Logística Comercial en la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo), el COVID y el aumento de la demanda han llevado a una falta de capacidad de transporte que ha resultado en el alza sustancial de los costos de fletes marítimos. Ese es también el caso en el sector terrestre, pero en otra proporción; en nuestro país los precios se han disparado debido a varios factores, po run lado al aumento de regulaciones como el Complemento Carta Porte (CCP)* y a los costos indirectos por el aumento de inseguridad en las carreteras.
Por otro lado, a nivel internacional, la pandemia provocó una demanda histórica de bienes duraderos, la vorágine de la inflación, el aumento de los precios del gasóleo hizo que las tarifas de transporte en general se fueran hasta el cielo. Pero que no cunda el pánico, recordemos que en el caso del transporte por carretera el ciclo típico es de tres años y, por lo general, éste se mueve como yo-yo, de arriba para abajo, de abajo hacia arriba: a los auges les han seguido grandes caídas. Lo que lo daña primordialmente es el exceso de oferta:demasiados camiones a la caza de grandes volúmenes de carga muy bien remuneradas.
El mercado del transporte de mercancías por carretera aunque volátil y fragmentado ha sido históricamente uno de los más generosos y amplios del planeta, y en los últimos años ha demostrado su valor esencial dentro del comercio mexicano y por supuesto también a nivel mundial, sin nuestros queridos camiones y camioneros, la gran mayoría del territorio mexicano hubiera sufrido desabasto de productos de primera necesidad.
En México seguiremos observando complejos desafíos en este sector debido a nuevas normas gubernamentales*, altos costos de operación y hasta a fenómenos metereológicos, pero prevemos una leve recuperación del transporte carretero, esperamos que los volúmenes de carga se mantengan en los niveles de 2021 debido a la apertura de nuevos mercados, al aumento del gasto del consumidor que esperamos que este año suba un 53.49%. Pero mientras persistan los “cuellos de botella” logísticos y continue la escasez de operadores de tracto-camiones que son los que movilizan los insumos y mercancías en México y Estados Unidos, el alza de tarifas no se detendrá.