El 18 de Mayo pasado se conmemoró el primer Día Internacional de la Mujer en el Sector Marítimo, organizado por la Organización Marítima Internacional (OMI) y celebrado en nuestro país por de la Secretaría de Marina (SEMAR).
Para nosotros que conocemos y estamos en estrecho contacto con la gente de mar, este no es uno de los muchos “días internacionales”, y no lo es porque sabemos perfectamente que si para los hombres del sector es difícil trabajar bajo condiciones adversas o de riesgo extremas, para las mujeres lo es aún más.
No alcanzaríamos a enlistar el sinnúmero de obstáculos que tienen que librar las mujeres en la industria marítima, no sólo para entrar sino para que, una vez dentro, su labor sea reconocida y valorada. Eso debe y va a cambiar. A partir de 2022 el objetivo de la OMI es el de incentivar la participación femenina y disminuir las barreras y prejuicios dominantes en un entorno predominantemente masculino.
Con esto, la organización refrenda su compromiso por ayudar a sus Estados Miembros a cumplir con la Agenda 2030 de la ONU para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular el Objetivo 5 “Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas”.
En México, a través del Fideicomiso de Formación y Capacitación para el Personal de la Marina Mercante, la Dra. María Elena Álvarez-Buylla Roces, directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología aseguró que esto no se quedará en buenos deseos y anunció las acciones que se impulsarán orientadas a favorecer el avance de la representación de género en el sector marítimo. Para empezar, se incorporarán más mujeres como inspectoras de Estado Rector de Puerto, y se les asignarán puestos en cargos directivos en las Capitanías de Puerto.