NORMAN FOSTER

NORMAN FOSTER

Nuestra empresa es un organismo multifacético, observamos con atención, aprendemos continuamente, nos mantenemos curiosos y atentos a todo lo que sucede a nuestro alrededor y por supuesto como personalidad, también tenemos aficiones bien definidas que cultivamos con enorme placer. Por eso, en esta ocasión nos permitimos compartir un tema no directamente relacionado con nuestro quehacer logístico pero que nos parece igualmente apasionante: la arquitectura.

La arquitectura es una disciplina considerada por muchos un arte, esta concepción continúa todavía en debate y no la vamos a discutir. Lo que para nosotros es irrebatible, es que algunas obras arquitectónicas terminadas deben ser vistas y apreciadas como esculturas urbanas. Tal es el caso de algunos edificios construidos por Norman Foster, del cual nos ocuparemos brevemente en esta entrada.

La obra de este arquitecto británico nacido en 1935 es literalmente inconmensurable en muchos sentidos. Nos cautivan especialmente los edificios diseñados en las primeras etapas del desarrollo de su ya icónica arquitectura High Tech, también conocida como tardomoderna, que es cuando Foster comienza a materializar su sueño personal: deshacerse de las referencias del pasado clásico y hasta del modernismo del que formó parte, para generar su propio lenguaje mediante el uso de materiales y procesos industriales altamente sofisticados. Y en lo que respecta a la estética, es cuando descubre según sus propias palabras, “un estilo arquitectónico donde el principal modo de expresión viene dado por el juego entre la “piel” y el “esqueleto” del edificio.”

Esta aparentemente simple frase llevada al plano práctico, revolucionó en su tiempo la forma de entender la arquitectura. Porque además, aunque actualmente sea difícil creerlo, por primera vez se entendió e hizo patente que los lugares donde vivimos y trabajamos tienen una gran influencia sobre nuestra psique y el medio ambiente; y que los espacios urbanos son determinantes en nuestra calidad de vida.

Museo de los Emiratos Árabes Unidos Zayed, Isla de Saadiyat Abu Dhabi Concebido como monumento al difunto jeque Zayed bin Sultan Al Nahyan, presidente fundador de los Emiratos Árabes Unidos, este proyecto combina una forma contemporánea eficiente con elementos de diseño árabe tradicional. Cuenta en el exterior con una estructura de acero ligero que contrasta con un interior más suave, anclado en el vestíbulo central iluminado desde arriba pero excavado en la tierra. Juega con la luz, la sombra y la tradición árabe de aperturas discretas para iluminar los espacios interiores que revelan la historia, la cultura y la transformación económica de los EAU.

Uno pensaría que el uso de materiales fríos y sobre-dimensionados podría percibirse como inhumano o aterrador, pero lo cierto es que en medio del acero, la informática y otras tecnologías de última generación, cada uno de los proyectos de Foster, aparte de aprovechar al máximo la tecnología contemporánea en favor de una mayor eficiencia energética, desataca por la extraordinaria integración con el entorno, la creación de un ambiente placentero para los usuarios y la funcionalidad de sus instalaciones. Y con eso, este genio de la arquitectura regresa al origen, cumple a con uno de los principios eternos de la arquitectura que es la de hallar la mejor manera de repartir el espacio para que los seres humanos se sientan bien en él.

Los edificios son generados por las personas y sus necesidades, y esas necesidades son tanto espirituales como materiales. Nunca dando nada por sentado, siempre tratando de sondear profundamente para acceder al funcionamiento interno detrás de las muchas ramas de la actividad humana, las cuales nosotros, como arquitectos, nos encargamos de explorar y de expresar. – Norman Foster, Premio Pritzker 199

Norman Foster ha construido de todo: museos, edificios civiles, estadios, aeropuertos, bodegas, edificios de oficinas, y obras inconfundibles como The Gherkin, la famosísima torre en Londres,. También están las bodegas Portia en Gumiel de Izan, el Metro de Bilbao, estuvo a cargo de la renovación del edificio del Reichstag, la reforma del British Museum, la segunda ampliación del Museo del Prado, las terminales de los aeropuertos internacionales de Honk Kong, Beijing, y México entre muchos otros proyectos. 

Uno de nuestros proyectos preferidos es el de las Oficinas Centrales de la Hong Kong and Shanghai Banking Corporation (HSBC) en Hong Kong, considerada por muchos críticos como su obra maestra, construido en 1986.

Hong Kong and Shanghai Banking Corporation, Hong Kong (1986) En este rascacielos realizado en 1986, Foster pone a prueba sus teorías sobre la efectividad de la arquitectura Hi-Tech en un formato altísimo y vertical. Pare ello, usa la repetición modular basándose, según sus propias palabras, en tecnologías usadas en la fabricación aeroespacial. El resultado es una torre espectacular compuesta por tres edificios de 28, 35 y 41 pisos respectivamente, asemejando estéticamente a las estructuras utilizadas en Cabo Cañaveral para el lanzamiento de cohetes espaciales.

Un dato curioso que cabe mencionar en este contexto es que Foster accedió a adecuar su diseño a las normativas dictadas por una técnica china milenaria llamada Feng Shui que sostiene que la energía del entorno impacta directamente en el bienestar y la prosperidad de los habitantes y del vecindario completo; por eso, Foster tuvo que hacer múltiples concesiones en el diseño. La primera y más evidente es la fachada del edifico, que tuvo que orientarse a ciertos grados para poder tener una vista despejada del puerto ya a que en Feng Shui el agua se asocia con la prosperidad. Por otra parte, la planta baja se concibió como un atrio abierto donde el viento y el Qi (energía) positiva pudieran fluir; las escaleras mecánicas se construyeron en ángulo porque según las creencias chinas, los espíritus malignos solo pueden viajar en línea recta.

Además, el edificio fue construido en una de las zonas más prósperas de la ciudad: el Pico Victoria, que según Raymond Lo, experto y uno de los consultores más prestigiados del gobierno local en este tema es ‘donde el dragón reposa su cabeza’, algo que se considera súper afortunado. Tam Wan Lung presidente de la Asociación Metafísica en Hong Kong afirma que “con el mar al frente y la protección de la montaña y de los otros edificios detrás, el edificio HSBC ‘descansa en el agua’, es decir, está respaldado por un gran fortuna y la prosperidad queda garantizada hasta el fin de los tiempos.

En contraste, la construcción de la Torre del Banco de China, uno de los rascacielos más reconocibles de Hong Kong construido poco después (1990) al lado del HSBC, ignoró los principios del Feng Shui. De hecho, es el único edificio importante en Hong Kong que no siguió esa práctica china. Las formas puntiagudas de esta torre parecen bordes afilados como cuchillos, uno apuntando a la Casa del Gobierno Británico y otro apuntando al edificio HSBC. Las consecuencias de este desatino, fueron múltiples, la primera fue que la Casa de Gobierno Británica experimentó varias desgracias en los años posteriores a la construcción de la torre: un gobernador perdió su trabajo, su sucesor sufrió un infarto, y toda la ciudad padeció enormemente durante una recesión económica.

Para defenderse de la mala suerte del diseño de la Torre del Banco de China, el edificio HSBC junto con Foster, decidieron tomar la ofensiva y atacarla. Para ello se instalaron en la parte superior del edificio, dos grúas de mantenimiento en forma de cañones apuntando hacia la torre del Banco de China. Santo remedio, después de que se instalaran esos cañones, no se siguieron sintiendo los efectos negativos de esa construcción tan desafortunada.  ¿Interesante, verdad?

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